Temperatura y humedad para incubar huevos de gallina

Incubar huevos de gallina puede llegar a ser un gran desafío.

No es fácil, pero, cuando lo consigues, se trata de una de las sensaciones más satisfactorias de las que puedes disfrutar.

Para lograrlo, es conveniente que conozcas la temperatura y humedad para incubar huevos de gallina y hacerlo con los mejores resultados.

A continuación, te contamos todo lo que debes saber al respecto.

incubacion huevos de gallina

La temperatura para incubar huevos de gallina

Si vas a incubar, tienes que recordar que el nivel de temperatura al que se encuentre la incubadora es determinante.

Debes tenerlo controlado, hacer los ajustes que sean necesarios y garantizar en todo momento que los huevos están en el entorno más conveniente para ellos. Solo así conseguirás aumentar el nivel de probabilidad de que nazca un pollito de dentro de todos los huevos.

incubadora huevos de gallina

El punto básico que tienes que recordar es que la temperatura estable que resulta más recomendable para la incubadora es de 37,7 ºC. En algunas incubadoras, la temperatura ideal puede fluctuar entre 37,2 ºC y 37,8 ºC dependiendo de las características de cada una.

Por ello es importante que te asegures de las exigencias del modelo del que dispongas. Si durante el proceso de incubación se produce algún tipo de fluctuación en la temperatura, no será problemático siempre y cuando se encuentre dentro de un cambio de medio grado. En el caso de que cambiara 1 grado, sí sería preocupante.

Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando queden 2-3 días para el final de la incubación, la temperatura tendrá que ser inferior. Es necesario que mantengas el control sobre la temperatura, ya que si está demasiado elevada se producirá una eclosión temprana, y si está demasiado fría será tardía.

El punto básico que tienes que recordar es que la temperatura estable que resulta más recomendable para la incubadora es de 37,7 ºC.

En algunas incubadoras, la temperatura ideal puede fluctuar entre 37,2 ºC y 37,8 ºC dependiendo de las características de cada una.

Por ello es importante que te asegures de las exigencias del modelo del que dispongas. Si durante el proceso de incubación se produce algún tipo de fluctuación en la temperatura, no será problemático siempre y cuando se encuentre dentro de un cambio de medio grado. En el caso de que cambiara 1 grado, sí sería preocupante.

Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando queden 2-3 días para el final de la incubación, la temperatura tendrá que ser inferior.

incubacion huevos de gallina

Es necesario que mantengas el control sobre la temperatura, ya que si está demasiado elevada se producirá una eclosión temprana, y si está demasiado fría será tardía.

La humedad en el incubado de huevos de gallina

Este es el otro factor clave. Tienes que tenerlos los dos muy controlados si quieres conseguir la mejor incubación de huevos.

La humedad media durante el proceso de incubación se tiene que mantener entre un porcentaje del 40 y el 50% a lo largo de la mayor parte del tiempo. La única excepción se produce justo cuando también cambia el rango de temperatura tal y como te hemos explicado antes.

Así, en los últimos días de la incubación, en el momento en el cual ya no hay reservas de agua, la humedad tiene que aumentar. En este caso, es necesario que pase a estar en el 65%.

Incubadora pollitos amarillos

Hay que decir que hay modelos de incubadora o huevos determinados que quizá requieran que adoptes otros niveles de humedad.

Por ejemplo, nosotros nos hemos encontrado con casos en los que hemos tenido que ajustar el nivel de humedad al 60% durante la primera fase y que luego han requerido un 70% en el final.

El periodo de incubación de las gallinas es de 21 días, dividiéndose en un bloque inicial de 18 días y uno final de tres, siendo así fácil controlar la gestión de la humedad.

Lo que hace la humedad es favorecer que las membranas que tiene el interior del huevo se ablanden y que así el animal pueda eclosionar desde el interior para nacer y ver la luz del día.

El sistema para controlar la humedad es mediante el peso de los huevos. El peso va reduciéndose a medida que se va incubando el huevo hasta que ha bajado en un 12% respecto al inicio de la incubación.

Además de la humedad, también es fundamental asegurarse de que la ventilación de los huevos es la adecuada. Es más importante de lo que pueda parecer.

A lo largo del periodo de incubación el aire tiene que poder circular de forma adecuada. Inicialmente, la cáscara ayuda a que el oxígeno entre dentro del huevo. Después, la propia estructura se va abriendo para que pueda entrar más oxígeno. Por ello es necesario que no haya bloqueos en los conductos responsables de la ventilación.

¿Cuándo hay que darle la vuelta a los huevos?

Hay incubadoras domésticas que ya están preparadas para hacerlo de una forma automática. Así, no te tienes que preocupar absolutamente de nada. De todas formas, si tu incubadora no lo hace automáticamente, debes saber que se trata de un proceso que tienes que hacer entre cuatro y seis veces cada día. Es necesario para que el incubado avance de forma exitosa.

El momento de parar con este volteo de los huevos será cuando llegue el día 18 del proceso de incubación. Tal y como has modificado aspectos como la humedad o la temperatura, también tendrás que cambiar con la práctica del volteo. En este caso, los embriones de los pollitos ya se ocupan de la preparación de la postura que utilizarán para salir del cascarón, por lo que no debes influir en la posición del huevo.

¿Qué hacer si se va la luz durante el proceso de incubación?

Esta es una de las preguntas más habituales. Muchas personas entran en pánico, porque creen que los embriones perderán la vida en cuestión de unos pocos segundos. Pero, ante todo, hay que mantener la calma.

Es necesario que actúes y que lleves a cabo varias acciones, así como distintas comprobaciones. En tu mano está garantizar que los huevos podrán seguir adelante con la incubación incluso si se ha producido un apagón.

incubacion huevos de gallinas

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que la temperatura se mantiene estable. Tiene que estar entre los niveles que te hemos comentado unas líneas más arriba. Lo peor que puede pasar es que los huevos se calienten demasiado.

Además, también tendrás que comprobar que el suministro y la circulación del oxígeno se encuentra dentro de la normalidad.

Si tu habitación, o en la que se encuentra la incubadora, tiene una temperatura media de unos 23 ºC, no tendrás que preocuparte tanto. Sí tendrás que abrir la incubadora para que la temperatura de los huevos se ajuste.

También es importante que se trate de una habitación ventilada. Después ajusta cualquier otro parámetro que sea necesario dependiendo del estado de los huevos y del momento de la incubación en el que estén.

La electricidad acabará volviendo antes o después, así que, cuando lo haga, trata de recuperar el ritmo de la incubación tal y como estaba antes, tanto en temperatura como en humedad.